27 años de dolorosa ignorancia…


 

Me gust aria tener un amigo psicólogo para hacerle dos preguntas, una es, porque Psicología se escribe con P, podrá ser algo muy sencillo, pero lamentablemente yo no lo se, la segunda es un poco más complicada, para esa lo invitaría a algún lugar cómodo, donde podamos conversar amenamente, lo miraría fijamente a los ojos y le diría:

En la universidad a ustedes le dan alguna materia en la que los enseñan a pensar que nos son seres humanos?

Los preparan para estar al margen de las emociones humanas?

Los desactivan del mundo real y lo hacen pensar que todos somos iguales, que el consejo o tratamiento medico es igual para todas las personas que se sientan en su consultorio?

Cuando alguien le cuenta algo muy, muy estúpido, pero que por alguna desconocida razón le afecta enormemente en su desenvolvimiento cotidiano, en su interior ustedes se burlan?

Son para ustedes los sueños solo imágenes guardadas en el subconsciente? O significan algo mas?

Bueno… en fin, me pase 27 años lamentando que mi madre no estuvo a mi lado cuando yo era niño, para que me abrazara cuando yo lloraba, deje que mi autoestima se viera afectada por la falta de afecto que mi madre lamentable y por razones ajenas a su voluntad no pudo darme. Sentir su ausencia mientras era un niño creo con el tiempo el pensamiento de que sentirme desprotegido era lógico, pero ya después de grande y visitar a varios Psicólogos y dicho sea de paso, ninguno me ayudo, un día descubrí mi error y la razón por la que me sentía incompleto cuando pensaba en mi madre.

Resulta que un día vi a una mujer llorar sentada en un banco, ella estaba en la iglesia, la madre lloraba constante y persistentemente, parecía que algo le dolía mucho, algo la hacia muy feliz o muy desdichada, no se la razón de su llanto, pero desgarraba el alma, aunque debo decir que sentía algún tipo de alivio en su alma en cada lagrima derramada, después de varios minutos en profundo dolor o como dije antes inmensa alegría, un niño se sentó frente a ella, saco un pañuelo no se de donde, bien podría ser de un sombrero ya que salió como por arte de magia, no tenia mas de 7 años el niño, pero sabia bien como doblar un pañuelo, lo miro, tenia frutas bordadas y con el, muy suavemente seco con el las lagrimas de la mujer, la abrazo tiernamente y beso su frente. No llores mami. Dijo el niño.

Toda mi vida paso por mi mente, recordé cada vez que lamente que mi madre no estuvo para secar mis lagrimas y me dolió mucho, pero me desgarro mas el alma ver y solo entonces entender que mas había llorado ella al nunca llegar yo y al igual que ese niño abrazarla, besarla y con mis manos secar sus lagrimas.

Dios me perdonó por no haber estado presente, ella me perdonó también por haber entendido tarde que el deber de un hijo es mas que llorar y esperar a que la madre llegue, que ser hijo es también estar hay en el momento en que ella necesite que la abrasen, y le digas que la quieres, se que me perdonó porque ella sabia que la amaba, pero no me lo perdono yo, porque nada justifica mi ausencia, nada justifica que no estuve para en mis brazos despedir al ser que me dio la vida. La madre que en mi dolor con su mirada arrancaba una sonrisa. La que en mi alma sigo amando, pero que ahora busco a mi lado y ya no esta.

Para entender porque a veces me deprimía no necesite un Psicólogo después de todo, necesito un niño y una madre llorando en sus brazos.


Si un hijo triunfa y no esta su madre para abrazarlo, seria realmente un triunfo?

 

Perdóname mami.